Cuánto ruido al viento caminar
despacio en tiempos de Satie
culminante de estrellas y suspiros,
obra y sentimiento por cantar.
Lento, el viaje del fonema
... Triste secreto del vino.
¡Ay! callejón que todo puedes mirar
¿Cuánto mar, sobre el puente ha de dormir?
Polvo austero en rosa enferma
preludio ya sin tierra que se va.
La maravilla hacia abajo llueve
cuando la solitaria levedad
en ojos del cielo se sumerge.
¡Oh! rapsodias mensajeras ya sin paz
a capella un piano del quizá
¿Qué es infinito en aquel verso?
Sol de primavera; anhelante
un tesoro que marchita, lo que busca
... Es su hogar.
excelente su pensamiento.
ResponderEliminarun abrazo
Adolfo, mil gracias por la amabilidad de tu visita :D
ResponderEliminarUn abrazo
me gusto lo que lei...muy interesante
ResponderEliminarLili, gracias por tu visita. Eres muy amable.
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