Tranvía esquivo
huye a prisa y sin razón
ligero viaja de equipaje.
¡Ah! viento somnoliento
que al camino sus piedras evitó.
Días que se acarician con olvidos
desteñidos en el beso no entregado.
¿Por qué detenerse en la carrera
de adioses asesinos dichos con amor?
¡Oh! molino, solemne molino...
Nocturno atardecer
que en brazos de ausencia,
al acantilado ayer voló.
Y si fuese río aquella pena
¿Quién se abrazara a tus brazos?
¡Oh! molino ya sin tus estrellas,
el tiempo del tranvía ya pasó.
Fotografía por: Valentin Loellmann
usted siempre comparte exquisitos sonidos en sus letras. me gusta visitarle.
ResponderEliminarun abrazo
Adolfo, para mí es siempre un honor contar con tu presencia en este rincón. Mil gracias por tu amable visita.
ResponderEliminar¡Hermosísimas letras mi Esteban! Un placer poder leerte, siempre lo ha sido :) Un abrazo.
ResponderEliminarJervi, el placer es mio en recibirte.
ResponderEliminarUn abrazo gigante