30 jul 2010

Armónico de Principio

Tan sólo miro el silencio
transcurrir en su torpeza,
fundirse con el mar ausente
hecho lágrimas y margaritas.
Sol de sueños, un ocaso perpetuo,
ilusión de mil tierras
extraviadas sin lecho real...
¿Dónde apostar los despojos?

Desafíos que llaman
las nubes del segundo,
anticipando la huída,
destrozando castillos de arena dormida.

Cierro los ojos... Lluvia inclemente.

Susurra un roble sin nombre
- ¿Por qué le temes a Morfeo? -
Caricias vacías en mi alma sin duelo
airosa de un cielo... El invierno es mi verso.

Mayo se ha ido al olvido,
se escondió en mil retratos.
Las sepias confunden el gris...

En esta noche me descalzo,
desnudo mi cuerpo,
huerto de poeta sin rostro
tatuado en el sin destino
y terraza sin eclipse cercano.

Pétalos violentados en torbellino,
sus espinas dentro... En mis manos.
Tan sólo le hablo al espejo
escuchando su desatino.

Abro los ojos... Hermoso jardín,
hablan las rosas marchitas
- ¿No es bello su epitafio? -



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